Un músico estadounidense es acusado de usar herramientas de inteligencia artificial y miles de bots para reproducir canciones, billones de veces de manera fraudulenta para poder así reclamar millones en ganancias en streaming. La estrategia le funcionó tan perfectamente que logró acumular más de 10 millones de dólares en el poco tiempo que implementó esta práctica.

En una industria donde los números son el todo, tener buenas métricas en Spotify es comparable con el santo grial en la música. Todos los artistas se esfuerzan y compiten a diario para generar la mayor cantidad de streams posible, esto con el fin de tener una ganancia que va de regular a decente, aunque en ocasiones puede ser el paso hacia la vida basada en el arte a la cual muchos aspiramos.

¿Por qué se ha convertido en el santo grial de la industria además de la economía del streaming? Algo más simple que eso, porque las estadísticas en la plataforma verde son imposibles o mejor digamos difíciles de manipular, lo cual le da un sentido de transparencia y motiva a los futuros músicos a decir que “solo con esforzarme mucho lograré esos números”. O eso se pensaba hasta que el sujeto de la noticia de hoy consiguió sus ganancias millonarias sin gente real, spameando su música en todas las redes sociales habidas y por haber.

“Necesitamos obtener una TONELADA de canciones rápidamente para que esto funcione en torno a las políticas antifraude que todos estos tipos están usando ahora”. Michael Smith, el músico protagonista de esta noticia, en un email a sus cómplices en un no tan lejano 2018

Michael Smith, de Carolina del Norte, es el ejemplo más claro de esta tendencia, ha sido acusado de tres cargos de fraude telefónico, conspiración para fraude telefónico y cargos de conspiración para el lavado de dinero.

Los fiscales dicen que es el primer caso penal de este tipo que han manejado.

A través de su descarado esquema de fraude, Smith robó millones en regalías que deberían haber sido pagadas a músicos, compositores y otros titulares de derechos cuyas canciones estaban legítimamente transmitidas“- El abogado estadounidense Damian Williams.

De acuerdo con la acusación , Smith operaba hasta 10.000 cuentas de bots a la vez que al mismo tiempo llegaban a un punto de que eran indetectables para la tecnología que permite a empresas como Spotify contrarrestar a este tipo de métodos. Esto logró haciendo que los bots usen VPN, lo cual muchas veces los sistemas antifraude los detecten como personas ordinarias con cuentas y gustos independientes.

“El FBI sigue dedicado a sacar a aquellos que manipulan la tecnología avanzada para recibir ganancias ilícitas e infringir el verdadero talento artístico de los demás“-Christie M. Curtis, asistente del director del FBI.

En el pico de su operación, Smith supuestamente empleó más de 1.000 cuentas de bots para impulsar artificialmente los flujos a través de varias plataformas. El 20 de octubre de 2017, Smith se envió por correo electrónico un desglose financiero en el que se describía cómo operaba 52 cuentas de servicios en la nube, cada una con 20 bots, totalizado 1.040 bots.

Además de la generación de plays de manera artificial, Smith decidió recurrir a la música generada por IA. Comenzó a trabajar con el director ejecutivo de una compañía de música de inteligencia artificial y un promotor musical para crear cientos de miles de canciones utilizando tecnología de este tipo que luego podía transmitir de manera fraudulenta.

Por lo general, el director ejecutivo de esta compañía proporcionaba a Smith miles de canciones de IA cada semana, cuyos nombres de archivo eran una lista aleatoria de letras y números. Luego, Smith creó nombres de canciones y artistas generados aleatoriamente para archivos de audio para que parecieran haber sido creados por artistas reales en lugar de inteligencia artificial.

Aunque ha sido el primer caso de este tipo en Estados Unidos, lo cierto es que en marzo del mismo año Dinamarca sentenció a 18 de meses de prisión a alguien con el mismo caso que Michael, a este le encontraron el uso de bots para 689 canciones que subió a plataformas.

Plataformas involucradas y más detalles de la acusación

Spotify mencionó recientemente al medio de comunicación Music Business Worldwide que su plataforma representaba menos del 1% de los 10 millones de dólares generados en este histórico caso de fraude.

Spotify invierte mucho en revisiones manuales y automatizadas para prevenir, detectar y mitigar el impacto del streaming artificial en nuestra plataforma. En este caso, parece que nuestras medidas preventivas funcionaron y limitaron las regalías que [Michael] Smith pudo generar de Spotify a aproximadamente $60,000 de los $10,000,000 señalados en la acusación. Dado que Spotify suele representar alrededor del 50 % del streaming compartido, esto demuestra lo eficaces que somos a la hora de limitar el impacto del streaming artificial en nuestra plataforma

Un portavoz de la plataforma

La acusación menciona que una plataforma anónima, mencionada como “1” en el documento, pudo detectar este comportamiento del músico en 2019 y lo restringió de sus ganancias. Muchos medios de comunicación mencionaron que esa plataforma fue Spotify y esto revela el proceso de cómo lograron frenar los ingresos del músico en su espacio.

El impacto de los bots en la economía del streaming

La economía musical basada en streaming nos ha motivado a encontrar formas creativas para generar la mayor cantidad de números posible , pero, al mismo tiempo ha motivado a muchos a recurrir a la estrategia de elevar artificialmente los números con ayuda de los bots.

Los bots no son más que software específicamente programados para hacer una tarea repetitiva, como en este caso sería: reproducir una canción varias veces. Estos se vinculan con una cuenta de Spotify que puede ser creado de cero o unirse con una persona real para que este pueda estar en un bucle infinito, a más streams más dinero te da Spotify o cualquier plataforma musical.

Mucho se ha hablado de como los bots perjudican a la industria musical en general. No solo a los artistas emergentes que no tienen la capacidad de competir o costear esta estrategia, sino que también puede llegar a afectar a quienes recurren a estos servicios, entre las principales consecuencias encontramos las siguientes:

  1. El público que escucha tus rolas no es el objetivo
    A Spotify le cuesta trabajo identificar los bots, en apariencia son cuentas genuinas con VPN y hasta con fotos de perfil. Pero las métricas nunca van a mentir y es donde una buena estrategia de marketing de contenidos con estos números se conduce directamente al fracaso.

Lo que pasa es que la estrategia se sesga, los hábitos de consumo raros que tienen los bots no permiten una segmentación adecuada además de que el algoritmo recomienda estos artistas a gente que no está para nada interesada siquiera en su género ¿Una canción de un estilo similar al de Rezz o Zeds dead en un perfil de alguien que escucha opera y música folklórica?… Ignorada épicamente*

  1. Los bots crean una sensación de falso éxito
    La industria musical es el lugar perfecto para detectar fama y éxito falso en la primera oportunidad que se nos presenta un artista. Muchos expertos aseguran olerlo a kilómetros de distancia y eso es algo que el verdadero público no valora en absoluto. Dejando de lado el problema legal que esto puede originar , como vimos en párrafos anteriores.

¿Cómo lo detectan? Hay muchas formas de hacerlo, pero las principales son: no está el artista en cuestión en Playlist de renombre o cuando es momento de presentarse en vivo no generan la atención que se pensaría al ver la cantidad de plays que aparentemente tiene. Esto afecta de manera casi irremediable su reputación.

  1. Te metes en líos con las plataformas y hasta con el gobierno de tu país, impulsar el consumo de música de manera artificial es fraude por todas las plataformas y es un delito federal por varios gobiernos.

La lucha contra los streamings falsos y los bots sigue siendo uno de los principales objetivos de la industria musical. Por ejemplo, en el temprano 2024 Spotify anuncia un nuevo esquema de pago de royalties donde asegura que frenará en automático los ingresos de artistas y labels que detecte actividad inusual en sus cuentas, esto con el fin de frenar la reproducción artificial.

Aunque no es la única plataforma que está tomando cartas en el asunto. Recientemente, Deezer anunció que está trabajando en una serie de estrategias para acabar igualmente con este esquema. También en junio del año pasado, varias compañías de música, desde distribuidores hasta otras plataformas de streaming como Spotify y Amazon Music, formaron lo que llamaron “una alianza sin precedentes” para lanzar ‘Music Fights Fraud’, un grupo de trabajo global, destinado a erradicar el fraude en streaming.”


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