Spotify ha realizado un estudio de neuromarketing para explorar cómo el cerebro reacciona ante los sonidos digitales. Esto con el fin de optimizar los anuncios de audio que se encuentran en su plataforma. Se asoció con la empresa Neuro-Insight para hacer este trabajo de investigación.
“Nuestro objetivo es utilizar señales como esta para asegurarnos de que estamos ofreciendo música y podcasts al usuario que ellos quieren antes de que sepan que lo quieren”
John Gibs, director científico y de datos de Spotify
Antes que todo, el neuromarketing es una técnica que estudia al cerebro para determinar su reacción ante distintos estímulos externos. Los resultados del estudio sugieren que los anuncios de audio pueden generar más participación y activación emocional que otros tipos de publicidad.
Más de 600 participantes escucharon anuncios en Spotify. Entre estos anuncios se encontraban algunos con música de todo tipo, tales como rock o latino, intercalados con algunos donde solo hablaban. Después, los investigadores tomaron en tiempo real lecturas de sus cerebros para medir la respuesta a los estímulos utilizando Topografía de estado estable (SST).
“La SST puede aprovechar la velocidad de diferentes partes del cerebro de manera muy sensible, y en virtud del hecho de que diferentes partes del cerebro están especializadas para diferentes funciones, podemos inferir procesos psicológicos”
Richard Silberstein, fundador de Neuro-Insight
Memoria y respuesta neurológica a archivos de audio
El estudio encontró que es más probable que el audio digital involucre a la memoria de largo plazo y recuerdos pasados. Los géneros musicales tienen también un impacto diferente en el cerebro. Géneros como el rap incentivan más a la participación y el rock la intensidad emocional.
La empresa de streaming también probó géneros de podcasts para obtener respuestas neurológicas. Los podcasts con historias personales generan un gran compromiso y memoria detallada. Entretenimiento ligero con cSelebridades desarrollan la memoria global. Mientras tanto los que se diseñan para ser fáciles de escuchar fomentan la participación.
El 80% de los voluntarios afirmaron consumir contenido auditivo mientras hacían otras actividades. Otro 66 lo considera como un escaparate a la sobreestimación visual diaria.